Quítate la ropa, porque te hare mía

Como hemos indicado, el que dicha diferencia se halle acentuada en nuestra especie hace que nos parezcamos a todas y cada una aquellas especies poligénicas, donde unos pocos machos fecundan a la mayor parte de la progenie. Dicho dimorfismo, dicho sea de paso, suele venir marcado por la propia selección sexual.