Tienen más objetivos en común

Dicho de otro modo, procuramos los colores que son coherentes a de qué manera nos sentimos ahora y si por algún motivo precisamos un cambio vamos a preferir los colores coherentes con de qué forma nos queremos llegar a sentir. Los colores que rechazamos son aquellos que van en contra de de qué forma queremos sentirnos.

Puedes mirarme, pet

Cuando llegamos a casa se me ocurrió guardar la libreta del banco en mi mesa de noche. Sin aguardarlo, se enfadó y me preguntó con qué derecho pretendía yo controlar un dinero que era de los dos.

Nos deja desbloquear emociones

Cuando solo uno de los brazos se cruza mientras que el otro cuelga, la persona trata de recrear la seguridad que sentía de pequeño cuando sus padres acostumbraban a llevarlo de la mano. Es un ademán bien observable cuando se habla en público frente a una audiencia.