Por ejemplo, al azar, el de la dicha,,

La mayor parte de las veces, es la mujer quien hace una porción más sustancial de las labores de la casa y amonesta al hombre. Sin embargo, la mayoría de los hombres suelen lamentarse de que también hacen mucho en la relación y no reciben ningún crédito por esta razón.

Si quieres conocerla, llámala

Me resulta bastante difícil masturbarme mientras alguien me lame las pelotas. Su cabeza está muy cerca; acabas golpeándolos en la cara o la nariz con cada golpe cara abajo. Aunque en verdad, la idea de golpear a mi compañero en la cara repetidamente debería hacerlo aún más estimulante para mí.